Un aislante reflectivo es un tipo de material diseñado para reducir la transferencia de calor por radiación. Funciona reflejando la radiación térmica que incide sobre su superficie, en lugar de absorberla. Esto ayuda a mantener los espacios interiores más frescos en climas cálidos o más cálidos en climas fríos, mejorando la eficiencia energética de los edificios y estructuras.
Los aislantes reflectivos están compuestos por láminas o láminas multicapa de materiales reflectantes como el aluminio.
Algunos ejemplos de aislantes reflectivos son: techos, paredes, pisos y conductos de aire acondicionado.
Estos materiales son efectivos cuando se utilizan en climas con altas fluctuaciones de temperatura. Ayudan a mantener una temperatura interior más estable y confortable, reduciendo así la carga sobre sistemas de climatización y mejorando la eficiencia energética de los edificios.